jueves, 3 de noviembre de 2011

La orca, ballena asesina o bufeo mascarillo (Orcinus orca) (Animales salvajes peligrosos)


La orca, ballena asesina o, en México, bufeo mascarillo (Orcinus orca), es una especie de cetáceo odontoceto perteneciente a la familia Delphinidae (delfines oceánicos), que habita en todos los océanos del planeta. Es la especie más grande de delfínido y la única existente reconocida dentro del género Orcinus.

Este cetáceo posee una complexión robusta e hidrodinámica. La especie, como característica distintiva, posee una aleta dorsal muy larga que llega a medir hasta 1,8 m en los machos y presenta una coloración blanca y negra que se distribuye de manera particular, la cual es propia de cada individuo y permite distinguirlo de los demás. La orca tiene un dimorfismo sexual marcado; las hembras son más pequeñas que los machos y tienen la aleta dorsal más corta. Un macho adulto puede alcanzar 5,5 t de peso y hasta 9 m de longitud, mientras que una hembra suele rondar los 7,7 m de largo y pesa menos de 4 t.


Los individuos de la especie forman estructuras sociales complejas y se organizan en grupos matrilineales (descendencia definida por la línea materna); para facilitar la socialización utilizan un método de comunicación sofisticado. Se han identificado varios tipos de orca en los hemisferios norte y sur, los cuales tienen diferencias genéticas, morfológicas, comportamentales y alimentarias tan notables, que incluso se han propuesto como especies diferentes. La orca posee una combinación de fuerza, velocidad e inteligencia que la convierte en un depredador muy versátil; de hecho, por encontrarse en la cima de la cadena alimenticia y no poseer enemigos naturales se convierte en un superdepredador de los océanos. Su dieta es muy variada y, dependiendo del tipo de orca, se alimenta de peces, calamares y mamíferos marinos.

Se distribuye por todos los océanos del mundo, desde las aguas del Ártico y Antártico hasta los mares tropicales; sin embargo, prefiere las aguas templadas y frías, y las zonas cercanas a las costas. Es una especie migratoria, llegando algunos grupos a desplazarse miles de kilómetros, incluso entre ambos hemisferios. Para 2008, según lo publicado en la Lista Roja de la UICN, la población mundial superaba los 50 000 individuos. En el mismo año, se catalogó como especie con datos insuficientes (del inglés Data Deficient, DD); decisión justificada ante la posibilidad de que existan dos o más especies, lo cual obligaría a establecer el riesgo específico para cada una de ellas. Al carecer de depredadores naturales todas las amenazas son dependientes de la acción del hombre. Entre estas cabe mencionar la contaminación secundaria a plaguicidas, el ruido producido por elementos y dispositivos acústicos, el deterioro de su hábitat, las capturas accidentales durante operaciones de pesca y la caza.


Desde la antigüedad, en la cultura occidental se lo consideró un animal feroz y peligroso. Esa imagen empezó a cambiar desde la década de 1960, al observarse que los primeros animales en cautiverio se comportaban dócilmente y no intentaban agredir a los humanos. Se han registrado muy pocos ataques a humanos por parte de individuos en libertad, sin ninguna muerte; sin embargo, los ejemplares en cautiverio, probablemente debido al estrés que les causa la situación, se han cobrado algunas víctimas.

Distribución:
La especie se encuentra en todos los océanos y en la mayoría de los mares del mundo. Tiene la distribución más amplia entre los cetáceos; habita con mayor frecuencia las aguas costeras en un rango de ochocientos kilómetros y las aguas frías a latitudes altas en ambos hemisferios. En las regiones costeras ocupa principalmente bahías de baja profundidad, estuarios y desembocaduras de los ríos.

Al noreste del Pacífico se localiza al oriente del mar de Bering y se ha observado en latitudes tan altas como el mar de Beaufort y el mar de Chukotka hasta la isla de Wrangel; más al sur existen grupos en Alaska y la costa oeste de Canadá y Estados Unidos. Al noroeste del Pacífico, habita las costas rusas de los mares de Bering y Ojotsk, y las aguas marítimas del Japón. Tiene escasa presencia en el Pacífico Central, donde solamente se han reportado avistamientos de una pequeña cantidad de individuos en Hawái.

Al norte del Atlántico habita en aguas de Groenlandia, Islandia, los mares de Barents y Blanco. En este sector se distribuye hasta el norte del estrecho de Hudson, estrecho de Lancaster, la bahía de Baffin, Svalbard, Tierra de Francisco José y Nueva Zembla. También se la ha visto con frecuencia en las costas de Noruega, Reino Unido, Irlanda y esporádicamente en el mar Mediterráneo. Al oeste del Atlántico, frecuenta el mar de Labrador, las aguas marítimas de Nueva Escocia y la isla de Terranova en Canadá. También, con alguna frecuencia, se ha documentado su presencia en aguas del mar Caribe.

En el Hemisferio Sur se ha documentado su presencia en el extremo sur de Tierra del Fuego en América del Sur, las aguas de Sudáfrica, algunas zonas del océano Índico y el Pacífico sur en Australia, Nueva Zelanda e Islas Galápagos. En la Antártida, se ha observado a lo largo de las masas de hielo del mar de Ross, a 78° de latitud Sur, pero no se conocen detalles de su distribución, movimientos y abundancia, a pesar de los numerosos informes en el área.


Alimentación:
La orca es un superdepredador en todos los océanos del mundo. Consume gran diversidad de presas, principalmente peces y mamíferos marinos. Los diferentes tipos y poblaciones poseen una dieta especializada a lo largo del año. Por ejemplo, algunos grupos de Noruega y Groenlandia se alimentan casi exclusivamente de arenques (Clupea); mientras otras poblaciones de orcas en la misma zona se alimentan solamente de focas; y la población de orcas residentes al norte del Pacífico se alimenta en un 96% de salmones, de los cuales el 65% es salmón real (Oncorhynchus tshawytscha). Inicialmente, la información sobre el tipo de alimento ingerido provenía del estómago de animales varados o cazados, posteriormente la observación directa aportó datos adicionales sobre sus hábitos alimenticios.

Los individuos en cautiverio comen alrededor del 3,6 al 4% de su peso corporal al día (unos 160 kg para un animal de 4 toneladas). El consumo se incrementa gradualmente desde el nacimiento hasta los veinte años de edad. Por ejemplo, en una hembra cautiva se registró el consumo de 22 kg de pescado diario al año de edad, 45 kg a los diez años y 56 kg a los dieciocho años. Debido a la actividad más alta de los animales en libertad, posiblemente requieran una mayor cantidad de alimento que los ejemplares cautivos. El requerimiento calórico diario estimado es de 85 000 kcal al día para los jóvenes más pequeños, 100 000 para los más grandes, 160 000 para las hembras y 200 000 para los machos adultos. En animales libres se reportó un requerimiento promedio de 62 kcal/kg/día.


Ataques:
Se han registrado muy pocos ataques a humanos por parte de individuos en su medio natural, ninguno de los cuales ha resultado mortal. El primero que se conoce data de principios del siglo XX, cuando una orca trató de ladear un bloque de hielo a la deriva sobre el cual se encontraba un equipo de perros y fotógrafos de la Expedición Terra Nova. Se especula que los ladridos de los perros, similares a los llamados de las focas, captaron la atención del ejemplar. En la década de 1970, un surfista de California (EE. UU.) fue mordido y en 2005 un joven de Alaska que chapoteaba en un sector frecuentado por focas comunes fue golpeado por una orca que aparentemente lo confundió con una de sus presas habituales. Sin embargo, los ejemplares en cautiverio pueden actuar agresivamente contra sí mismos, contra los compañeros de estanque y contra los humanos; este comportamiento se atribuye al estrés generado por la situación. A diferencia de las orcas en libertad, los individuos en cautiverio han protagonizado cerca de dos docenas de ataques a humanos, algunos con resultados mortales. La última de estas muertes ocurrió en 2010, cuando un ejemplar macho llamado Tilikum le causó severos traumatismos y ahogó a una de sus entrenadoras en un estanque de SeaWorld, Orlando, Estados Unidos. Este animal ya había estado involucrado en dos desenlaces fatales, incluida la muerte de un entrenador al que atacó junto a dos hembras en 1991. Existen opiniones encontradas sobre si estos ataques fueron deliberados o se trató de accidentes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...