El
avestruz (
Struthio camelus) es una especie de ave estrutioniforme de la familia
Struthionidae. Es una gran ave no voladora propia de África, aunque anteriormente también habitaban Oriente Medio. Es el ave actual más grande y más pesada; puede alcanzar los 3 metros de altura, y pesar unos 180 kg.
Descripción:
Es el ave más grande y de mayor peso del mundo. Cuando nacen los
polluelos miden entre 25 y 30 cm de altura, pesando unos 900 g. Durante
el primer año de vida los polluelos crecen unos 25 cm al mes. Los machos
adultos pueden llegar a alcanzar los 2,75 o incluso 3 metros, y pesar
alrededor de 180 kg
.
Sus alas pequeñas no les permiten volar, aún así, les ayudan a
impulsarse, equilibrarse al correr y como mecanismo de defensa,
agitándolas para atacar a posibles depredadores.
Posee una pequeña cabeza en relación al cuerpo, grandes ojos que
miden cinco centímetros de diámetro y le proporcionan una vista
excelente, pico plano y de punta roma, largo cuello desprovisto de
plumas al igual que sus largas patas, que son potentes y musculadas,
perfectamente adaptadas para correr, llegando a alcanzar más de 90 km/h
sostenidos por unos 30 minutos. Si se ven acorralados atacan con fuertes
patadas usando sus garras como armas. Mientras que la mayoría de aves
tienen 4 dedos en cada pata, el avestruz presenta tan solo 2.
Su longevidad está entre los 30 y 40 años, aunque en cautiverio pueden cumplir 50 años.
Distribución y Hábitat:
Su distribución geográfica se da en zonas áridas y semiáridas,
por lo que su hábitat puede comprender lugares con oscilaciones
térmicas de entre los -15 y 40 °C (día y noche), lugares con gran
amplitud térmica, y una pluviometría de 200 mm. Ocupa espacios abiertos,
donde su altura le permite avistar a los posibles predadores que se
acerquen, viviendo tanto en desiertos como en sabanas,
o en llanuras de escasa vegetación donde aparezca algún que otro árbol,
arbustos e hierba de la que alimentarse. Estos hábitats se encuentran
preferentemente en África y Arabia.
Alrededor del 90% de los avestruces silvestres habitan en África bajo la línea del Ecuador.
La subespecie nominal, la única superviviente al norte del Ecuador,
se encuentra en serio peligro de extinción. Entre los intentos de
conservación de esta especie destaca su introducción en el Parque Nacional de Souss-Massa,
en Marruecos, con el objeto de aclimatarlo a condiciones naturales y
proceder, posteriormente, a su liberación en su antigua área de
distribución cuando se pueda garantizar su supervivencia.
Alimentación:
El avestruz, al igual que todas las aves, carece de dientes y presenta escasa movilidad en la lengua, por lo que no realiza masticación alguna sobre lo que ingiere. Coge el alimento con el pico y lo hace avanzar hacia la apertura del esófago.
Es un animal herbívoro con capacidad para digerir la fibra, aunque no es un herbívoro estricto; de hecho, algunos autores lo consideran omnívoro, pudiendo ingerir pequeños animales y artrópodos. Incluso se ha observado consumiendo restos de carroña
abandonados por animales carnívoros. Al consumir vegetales, prefieren
flores y frutos, desechando generalmente las hojas. En su voracidad
pueden llegar a ingerir piedras, rocas o minerales, que retenidas en su
organismo ayudan a moler los alimentos. Poseen, por tanto, un gran
apetito, no resistiendo demasiado tiempo en ayunas, pero en estado
salvaje pueden soportar largos periodos sin beber agua (al igual que el camello),
aunque según la edad, el tamaño del avestruz y otros factores esto
puede afectarle de una u otra forma; en cautividad y en ejemplares de 4 a
6 meses, de prolongarse la carencia de agua por más de 48 horas se
observa una disminución aproximada de peso corporal en un 30% y se
observa que, a partir de 24 horas con privación de agua, el animal
reduce considerablemente su ingestión de alimento.
A diferencia de la mayoría de las aves, los avestruces no poseen buche donde almacenar el alimento; por el contrario, su proventrículo y molleja
son más largas que las de las demás aves y en proporción a sus cuerpos,
por lo que es ahí donde almacenará y fermentará todo lo que ingiere.
Además, la molleja de las avestruces posee una pared gruesa de capa
muscular muy desarrollada.
Reproducción:
Su comportamiento reproductivo es muy variable, dependiendo de la
densidad de población, las condiciones climáticas y el hábitat.
Los machos alcanzan la madurez alrededor de los 3 años de edad. Las
hembras, si están bien alimentadas, pueden alcanzar esta madurez unos 6
meses antes.
Durante la época de celo, a mediados o finales de mayo, tanto el
cuello como el pico del macho toman una coloración rojiza (por acción de
la testosterona), y es entonces cuando se vuelven altamente territoriales defendiendo, de hecho, un área o territorio.
Para llegar a la cópula,
los machos realizan un cuidado cortejo nupcial. Echándose en el suelo,
en la tierra, se posicionan sentados sobre sus patas con las alas
abiertas, levantando y recogiendo uno tras otro ala sincronizádamente,
al tiempo que realizan un movimiento oscilante de cabeza y cuello, así
como suben y bajan la cola. Las plumas blancas en forma de abanico, tanto de alas
como de cola, dan el atractivo necesario al macho para aparearse con la
hembra, que girará alrededor agitando sus alas y bajando la cabeza para
mostrarse receptiva. Esta danza o ritual dura unos diez minutos
aproximadamente, y tras su finalización comienza el coito,
siendo el órgano reproductor del macho el pene, que puede alcanzar
hasta los 40 cm de largo, introducido en la vagina u órgano reproductor
de la hembra a través de la denominada ranura seminal.
El macho es el encargado de construir el nido,
que consiste en una depresión cavada en la tierra. A partir de ese
momento la hembra elegida, llamada hembra principal, es la primera en
colocar sus huevos,
ya que el macho vuelve a repetir el cortejo nupcial con otras hembras,
apareándose por lo general con 3 en total, pudiendo llegar hasta a las
5. A estas hembras se les llama hembras secundarias, que también pondrán
sus huevos en el mismo nido, justo unos días después que la primera
hembra y con su consentimiento previo, aunque no participan en la incubación
puesto que tras la puesta se marchan. La nidada puede llegar a los 40
huevos, de los cuales probablemente sólo sobrevirían unos 30.
En la naturaleza, como animal libre y salvaje, cada hembra puede poner
desde 10 hasta 15 huevos. Sin embargo, en cautiverio cada hembra llega a
poner unos 50 huevos por temporada.
La puesta del avestruz se produce desde marzo o abril hasta octubre o
noviembre, siendo por tanto estacionaria. El macho es habitualmente el
encargado de incubar los huevos por la noche, y la hembra (su pareja o
hembra principal) lo hace por el día durante un período de entre 39 y 42
días
(es importante destacar que el macho incuba una mayor proporción del
tiempo que la hembra, alrededor del 65%). De noche, todos los avestruces
macho que comparten territorio, se intercambian alternativamente las
posiciones de incubación habiéndose dado el caso de que un macho
despistado no encuentre su nido, con la fatal pérdida de los polluelos.
Un huevo de avestruz pesa entre 1 a 2 kg (equivale a unos 24 huevos de gallina). Son de color blanco o amarillentos (posiblemente, para evitar que se recalienten en el sol de la sabana).
Sus huevos son los más grandes de todas las aves; llegan a medir 25 cm de largo.
Cuando los huevos se abren, el macho se hace cargo de las crías (con
ayuda de la hembra), y puede reunir crías de varias familias juntas,
dado que al encontrarse dos familias de avestruces diferentes, los
padres de ambos se disputan el derecho a cuidar los polluelos.
Pueden llegar a verse parejas con más de cien crías y de todos los
tamaños, de hecho está documentado un grupo de casi 400 jóvenes.