lunes, 13 de febrero de 2012

Lirón careto (Eliomys quercinus)


El lirón careto (Eliomys quercinus) es una especie de roedor esciuromorfo de la familia Gliridae. Es un pequeño roedor que presenta las características morfológicas del resto de lirones. Es una de las especies menores más características del panorama faunístico español por estar presente en todo el territorio con gran densidad de población, si bien el número de ejemplares está disminuyendo en los últimos tiempos.

Distribución:
Es una especie que esta presente en toda Europa, exceptuando las islas Británicas, la península de Escandinavia. Se puede encontrar en los Urales y el Norte de África.

Hábitat:
El lirón vive generalmente en zonas boscosas típicas de la Península Ibérica, peñascales, pedrizas e incluso construcciones humanas, tanto en la vertiente Atlántica como en la Mediterránea, por lo que puede encontrársele tanto en bosques de coníferas como de caducifolios, dehesas y encinares, etc. Es posible encontrar ejemplares a gran altitud sobre el nivel del mar, por encima de los 2.500 metros.


Características:
Es un roedor de tamaño mediano cuya longitud excluyendo la cola oscila entre 10 y 17 cm. De complexión rechoncha y con un pelaje contrastado que presenta una coloración pardo-rojiza en el lomo y blanca en la parte inferior. En la cabeza destacan dos orejas prominentes y dos características manchas negras que se extienden desde sus grandes ojos hacia atrás, a semejanza de un antifaz, y que son la causa de su nombre. Manos con cinco largos dedos, que le permiten trepar fácilmente a los árboles.

Posee además una larga cola, cuya longitud oscila entre 9 y 13,5 cm, acabada en un penacho de pelos más largos, el cual puede desprenderse si es agarrado por un depredador y regenerarse luego (aunque no hay posibilidad de renovación del hueso, como en las lagartijas). No presenta dimorfismo sexual, a excepción de las mamas (cuatro pares) que son visibles en las hembras durante la etapa de lactancia.

Las distintas subespecies presentan distintos pesos, que oscilan de 50 gramos en la menor de ellas, a 150 g. en la mayor. El lirón suele vivir unos tres años, aunque excepcionalmente puede alcanzar los siete.


Alimentación y Costumbres:
Es una especie nocturna, si bien durante el período de apareamiento aprovecha las últimas horas del día. Es un mamífero eminentemente adaptado a la ingesta de vegetales, con una dentición en forma de muela y unos incisivos adecuados, su dieta abarca cereales, frutos secos, bayas pero también ha desarrollado una faceta depredadora e incluye en su dieta pequeños invertebrados como caracoles, ciempiés, hormigas, saltamontes y arácnidos. Excepcionalmente puede comer polluelos de aves, anfibios, reptiles, huevos o incluso crías de otros roedores.

Al final del verano y comienzo del otoño, previamente a la hibernación su dieta pasa a componerse casi exclusivamente de frutos secos, que le permiten acumular grasas para pasar todo el invierno en estado de letargo. También hay que considerar por los restos de conejos hallados en contenidos de su estómago que es capaz de predar sobre conejos y liebres de pequeño tamaño. En cautividad se ha comprobado que captura con suma facilidad ratones de campo e incluso a urracas. En estado salvaje también puede atacar a esta especie, que en la noche se presenta sumamente vulnerable, así como sus huevos y polluelos. Estos ataques pueden ir dirigidos además de para procurarse el sustento para poder apropiarse del nido que utilizará para su propia reproducción.

Los excrementos del lirón careto se localizan no muy lejos de su guarida presentando una gran variedad de matices debido a su variada dieta, son de un color negro o marrón muy oscuro, de 0,8 a 1,5 cm. y normalmente acabados en punta en uno de los extremos. Las heces presentan normalmente retorcimientos y cuando ha habido en su dieta insectos, son claramente visibles restos de quitina, dado que no es digerible.

Puede encontrársele con igual facilidad tanto en el suelo como en los árboles, donde no tiene dificultad alguna en trepar para encontrar alimento o refugio. Utilizando su larga cola para equilibrarse en su carreras y saltos entre los árboles. Esta cola también ha dado lugar a una treta defensiva que utiliza el lirón careto. Cuando se ve amenazado por algún depredador el lirón desvía la atención del depredador hacía el llamativo penacho que adorna el final de su cola para que este intente capturarlo, pero al aferrarse al penacho el depredador comprobará como este se desprende permitiendo al lirón comenzar su huida. Esto es posible gracias a que la piel no tiene fibras longitudinales y no está firmemente ligada a la capa muscular, estando dispuestos lo folículos pilosos en forma anular. De esta forma la piel se asemeja a una funda que el lirón tiene la capacidad de perder sin provocarle ninguna hemorragia y posibilitando ocasionalmente su regeneración.


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