martes, 7 de febrero de 2012

El koala (Phascolarctos cinereus)


El koala (Phascolarctos cinereus) es una especie de marsupial diprotodonto de la familia Phascolarctidae, arborícola cuyo aspecto recuerda al de un oso de peluche, con hábitos tranquilos, parecidos a los de un perezoso.

Características:
El koala alcanza una longitud corporal de 76 cm; el cuerpo es rechoncho y está cubierto de pelo suave y de color marrón grisáceo. La cabeza es grande y redonda, y tiene unas orejas peludas, grandes y redondeadas.

La dentadura del koala está adaptada a su dieta herbívora, y es similar a la de otros marsupiales diprotodontos (canguros y wombats). Tienen afilados incisivos para cortar hojas al frente de su boca.
Las extremidades posteriores son cortas, con pies grandes dotados de cinco dedos; cada mano tiene cinco dedos, dos de ellos opuestos a los otros tres; cada dedo posee una garra fuerte y grande. Las patas traseras no tienen garras en el dedo mayor, y el segundo y tercer dedo están fusionados para formar un garfio con el que pueden extirparse las garrapatas, de las que sufren a menudo.

Estas características hacen que el koala esté perfectamente adaptado a su vida arborícola, y es fácil de observar en los bosques de eucaliptos del este de Australia, que constituyen su único hábitat, así como su fuente de alimento, pues este animal solo come las hojas y las yemas de estos árboles. Los koalas que habitan en climas menos cálidos son generalmente más grandes y tienen el pelaje más oscuro y espeso que aquellos que viven en climas más cálidos. A pesar de estas adaptaciones generales, hay también excepciones. En la fértil Victoria (Australia), un macho adulto puede pesar hasta 14 kg, y una hembra hasta 11 kg. El peso medio de estos animales es más bajo: 12 kg en los machos y 8 kg en las hembras. Los koalas de la seca Queensland son generalmente más pequeños, con un peso medio en los machos de 8 kg, y en las hembras, de 6 kg.


Los machos se distinguen de las hembras por la bolsa testicular, así como por la glándula que tienen en el pecho, y que desprende olor. Las hembras, a su vez, se identifican por la bolsa o marsupio. Además, normalmente son más bonitas, lo que se debe a sus facciones y a su menor estatura. La bolsa es como la del wombat (otro marsupial australiano) y, al contrario que en los canguros, la abertura de la bolsa se encuentra en la parte inferior de ésta. Los machos adultos pueden ser hasta un 50% más grandes que las hembras adultas, y, además de tener la curvatura de la nariz más pronunciada, la forma de su cabeza es algo diferente a la de las hembras.

La hembra pare una única cría de 5,5 g de peso, que se desplazará hasta la bolsa marsupial de la madre nada más nacer, y permanecerá en ésta durante seis meses, alimentándose de leche; después de este periodo de lactancia, y como paso previo a la alimentación vegetariana propia del adulto, el joven koala se alimenta de una especie de papilla semidigerida que la madre produce por el ano. Este fenómeno parece que explica la posición de la bolsa marsupial en el koala, la cual está abierta hacia atrás, pues de este modo facilita el acceso de la cría al alimento materno. Esta también es una técnica para evitar que el joven Koala muera, ya que carece de las bacterias en su estómago que le ayudan a neutralizar el veneno del eucalipto.

Hábitat:
Las poblaciones de koalas sólo pueden extenderse si se encuentran en el hábitat adecuado. Este incluiría los árboles preferidos por los koalas (principalmente eucaliptos, pero también otros), que deben crecer asociados en cierto modo sobre un suelo adecuado, además de suficientes precipitaciones. Además, debe haber otros koalas viviendo en las proximidades.

Un hábitat con espacio limitado tiene, obviamente, una capacidad limitada. Esto quiere decir que muy pocos koalas pueden vivir en estas condiciones. Si una zona se reduce, se hace pedazos o se destruye en su totalidad, disminuye el número de koalas que viven allí. La capacidad de un hábitat depende de la consistencia de los árboles, la densidad del arbolado, las lluvias, el clima, el terreno, las formas del paisaje y el tamaño.


Enfermedades:
Los koalas tienen un sistema inmunitario muy débil, que les hace propensos a todo tipo de problemas, como enfermedades respiratorias, digestivas y urogenitales, úlcera de estómago, cáncer, deshidratación y atrofia muscular. Asimismo, tienen una gran tendencia a padecer de estrés que, sumado a su gran actividad en la época de apareamiento, provoca que sean más vulnerables a enfermedades en ese período. Además, suelen sufrir infecciones de clamidia. Cuando llueve, a los koalas enfermos se les queda el pelaje húmedo. También las garrapatas se les pegan con gran facilidad. Por si fuera poco, los koalas más viejos pueden llegar a morir de hambre por el desgaste de sus dientes, ya que no son capaces de seguir masticando las hojas.

Época de Reproducción:
Los koalas alcanzan la madurez sexual a los dos años. Sin embargo, los apareamientos se empiezan a dar normalmente entre uno o dos años después. Por lo general, las hembras están preparadas antes que los machos, ya que los machos dominantes mayores mantienen alejados a los más jóvenes. No está claro si son los machos los que van en busca de las hembras o si ocurre al contrario. Posiblemente esto depende del estatus del animal en la jerarquía social. Los machos dominantes deben mantener su posición frente a otros machos y controlar a sus hembras. No obstante, también se da el caso de hembras en celo que van en busca de un macho dominante.

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